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La renuncia (obligada) de Carlos Lomelí como súperdelegado del Gobierno Federal en Jalisco golpea directamente al canciller Marcelo Ebrard Casaubón y sus aspiraciones presidenciales en 2024.
Lomelí es el brazo financiero del “Frente por la Cuarta Transformación”, organización que creó Ebrard (formalmente no es militante de Morena), para construir su propio partido político. Es la réplica de lo que hizo su mentor Manuel Camacho Solís, cuando en 1992 se ocupó de la creación del PVEM.
El encargado de promover tal “Frente”, con dinero aportado por Lomelí, es Elías Miguel Moreno Brizuela. En su página de Facebook, pueden verse imágenes de su recorrido por todo el país para promover la creación del partido de Ebrard. Hay indicios de que usa aviones privados.
Él mismo le toma protesta a los “Siervos de la Nación”, como llaman a quienes se suman a la causa del partido político del canciller. Moreno Brizuela fue secretario de Protección Civil de Ebrard en el GDF. Lomelí tiene contratos de medicamentos con el gobierno de Veracruz, del morenista Cuitláhuac García.
Ebrard quiere su partido político para que no se repita la historia de, por ejemplo, 2015, cuando AMLO le negó una candidatura por Morena y tuvo que abandonar el país ante el riesgo de ser detenido por fraude en la Línea 12 del Metro.
Francesca Ramos, la primera esposa de Ebrard, fue quien lo presentó con Lomelí, que a la postre se convirtió en el principal proveedor de medicamentos del GDF en el gobierno de Ebrard, en el que ella fue coordinadora de asuntos Internacionales. En la contienda de 2018, Ebrard se hizo cargo de la campaña de Morena y AMLO en el occidente del país, donde fue crucial el financiamiento de Lomelí.
