Visitas
Eso de ponerme a leer estudios y estadísticas, me encanta. Me gusta saber que dicen los especialistas y que números arrojan las personas encuestadas. Avaladas universidades y especialistas invierten tiempo y dinero para podernos compartir dichos estudios.
Hoy por ejemplo hablaremos de la investigación que dirigió Kai Chi Yam y Christopher Barnes, de la Universidad de Washington en Seattle. Ellos encuestaron a 100 personas. El estudio arrojó que quienes tienen un sentido del humor más simple, suelen relacionarse mejor con las personas, por la sencilla razón de que fluyen sin pensársela tanto.
En cambio, los que fueron más honestos, manejaron un humor más crudo o negro, como le llaman, al final se quedaron solos. No tiene que ver con mentir o engañar, pienso que tiene más relevancia como se dicen las cosas. Las personas automáticamente rechazamos la crudeza de los comentarios. Nos sentimos amenazadas o invadidas y ahí es cuando ponemos un escudo protector.
Esta información vamos a usarla a favor. Vamos a ponerla en práctica con la pareja. Ya no le digas que se ve gorda a tu mujer cuando te pregunte como se le ve un vestido. Y por favor, esposas, ya no le digan a sus maridos que se tapen la panza en estas vacaciones.
Hay formas y formas. Con dulzura, mesura y buscando el momento apropiado se puede decir lo que sea pero bien envuelto y presentado el regalo.
Aguas como tome tu pareja lo que para ti es un comentario en broma.
Recuerda que según el estudio, aquellos que ponen menos énfasis en la honestidad y sinceridad tienen menos sentido del humor. Ya no utilices el famoso roast (asado) para decirle sus verdades a tu pareja o te quedarás solo. Y vivieron felices para siempre gracias al manual de la buena esposa.