Visitas
Denver, Colorado.– Las distancias se han recortado, es cierto, y aquella cantaleta hoy más que nunca cobra fuerza, pero igual dictan los cánones que, en un partido tan cerrado, sólo el talento es capaz de cambiar la onza, y así pasó anoche con la Selección Nacional.
Justo cuando parecía que podría venirse la reacción de Canadá en busca del empate, Andrés Guardado tomó el esférico y lo mandó a guardar lejos del alcance del portero.
Golazo del capitán, quien vino de la banca en sustitución de Erick Gutiérrez, que abandonó el duelo por lesión, para asegurar el triunfo de la Selección Nacional, porque cuando los de la hoja de maple hicieron el 1-2, otra vez El Principito puso las cosas quietas reventando las redes. Son seis triunfos y contando con Gerardo Martino, dos ante rivales del área, que supondrían no ser un gran escollo, pero al menos el argentino de a poco imprime su sello.
MODIFICACIONES
Sin que fueran precisamente rotaciones, sino más bien cambios tácticos, pero que en nada modificaron la estructura del Tata, Guti, Edson Álvarez y Jonathan dos Santos fueron las modificaciones respecto al duelo inicial ante los cubanos. Y fue Jona, quien bajo el mando de Martino llega más al área, el que probó desde lejos, pero su disparo se fue desviado.
En la otra cara, los norteamericanos, que sin duda fueron un rival de cuidado como lo había adelantado el seleccionador nacional en la previa, fue un rival duro, bien trabajado y que gozó de algunas oportunidades. Sin embargo, luego de algunas acciones en que Raúl Jiménez no tuvo el tino para anidar, en otro remate con alto grado de dificultad provocó el rebote que llegó a los pies de Roberto El Piojo Alvarado, para el 1-0.
La primera parte se diluyó con ventaja para el Tricolor en la casa de los Broncos de Denver .
GOLAZOS
La reanudación, que trajo consigo una mejor versión de los canadienses, gozó de ejecuciones excelsas y que tuvieron como desenlace las caravanas de la tribuna.
Raúl peleó un balón en la salida y enseguida asistió a Guardado, quien lo intentó desde muy lejos para entregar un verdadero poema.
Luego, en un exceso de confianza, pues Néstor Araujo quiso jugar de lujo y fue despojado de la redonda, Lucas Cavallini sólo tuvo que empujar al fondo.
Parecía que el resto sería entre comederos de uñas, pero otra vez el ‘18’ mexicano se internó en el área y aseguró tres puntos más y el boleto a la siguiente Ronda
