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La joven derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), María del Rosario Santamaría Torres de 23 años, falleció este 4 de junio en el hospital general 200 del IMSS ubicado en Tecámac, Estado de México, debido a una serie de negligencias durante todo su tratamiento, por lo que sus familiares denunciaron los hechos ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En el nosocomio ubicado en kilómetro 42+100 de la carretera México-Pachuca, acusan los familiares de María, quien dejó a dos hijos, uno recién nacido hace tres meses, que recibieron un trato inhumano por parte del personal, tanto de médicos como de enfermeras.
Hace tres años, la CNDH ya había dirigido una recomendación al entonces director del IMSS, Mikel Arriola, tras la muerte por negligencia médica de otra joven de 14 años, en el mismo hospital.
Desde hace un mes, el 5 de mayo, María presentó dolor en el abdomen a la altura de los riñones –destaca la carta enviada a la CNDH– por lo que asistió a la clínica 200 del IMSS, “según la evaluación de los médicos que la trataron, mi hermana fue dada de alta luego de haber suministrado medicamento vía intravenosa”.
Quince días después, acudió de nueva cuenta al hospital inaugurado durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, debido al deterioro en su salud, al presentar “orina, cuerpo y ojos amarillos”.
“Luego de Ingresar al hospital, el médico tratante comenzó con los estudios necesarios para determinar un diagnostico e informarnos a los familiares lo que habría que hacer”, sin embargo, narran en la misiva, los estudios tardaron 4 días, para determinar que se realizaría una Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, abreviada CPRE, para desobstruir las vías biliares y retirar piedras de la vesícula. Aunado a ello, acusan que el hospital “no tenía recursos para llevar a cabo la CPRE”.
Por la tardanza, los familiares optaron por trasladarla a un hospital privado, pero fueron convencidas por los médicos de no hacerlo, pues sacarla del nosocomio implicaría riesgos.
La operación CPRE que fue programada para el 21 de mayo, no se realizó hasta el 27 del mismo mes, misma que “ no tuvo el resultado esperado: la endoscopista argumentó que a veces los pacientes no quedan a la primera y que programaría una segunda CPRE en 15 días más; por ello, le comentó a mi madre que daría de alta a mi hermana (María) el miércoles 29 de mayo”.
Asimismo denuncian que el médico de apellido Villavicencio contestó de manera déspota a la madre de María, quien le había solicitado un pase de 24 horas, al notar la gravedad de la salud de su hija.
– ¿Cuántos años tiene su Hija?, le preguntó el médico Villavicencio.
-23 años, contestó la madre de María con preocupación.
-Ah… Está muy joven, los pases de 24 horas sólo se autorizan a personas de la tercera edad y pacientes de gravedad, se limitó a contestar, según denuncian en la carta.
Además, la enfermera en turno, identificada como Mariel Guzmán, le dijo a María, quien sostenía que se sentía mal, que “tú eres muy exagerada, eres muy nerviosa”, también le tomó la presión pues María le pidió que se la tomara y le preguntó si la tenía alta, a lo que le respondió Mariel Guzmán que no… “el detalle es que no la tenía alta, la tenía baja pero tampoco le informó al médico tratante”.
El jueves 30 de mayo por la mañana recibieron una llamada de urgencia debido a que María se encontraba en estado grave –claro, omitiendo las negligencias de los doctores y enfermeras– por lo que al llegar al hospital le otorgaron el pase de 24 horas.
“Ya le habían practicado un ultrasonido y había que meterla a cirugía de emergencia, por supuesto, la emergencia se trató hasta que llegara su médico tratante, ya que su hora de entrada es hasta las dos de la tarde”, acusan.
Antes de la operación, la endoscopista pidió primero retirar la piedra que obstruía las vías biliares, por lo que los médicos accedieron; cuando terminó, agregan, le informó a la madre de María que ya se habían desobstruido las vías biliares, por lo que la pasaron a terapia intensiva por 24 horas para su observar su evolución.
“Sin embargo, el médico de terapia intensiva le comento a mi mamá que a mi hermana se la estaban entregado sumamente grave, eso es algo que no entendemos, porque lo omitió la endoscopista al dar el informe”, acusan.
Su salud empeoró al viernes, y así sucedieron más irregularidades en el tratamiento de la derechohabiente, como el no informar a sus familiares su estado de salud en las horas indicadas por “exceso de trabajo”y sobre todo omisiones, pese a que ya se encontraba grave y la habían desahuciado…