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Aunque muchos luchadores digan que la lucha libre es un deporte de alto riesgo y que no hay nada que cambiar, la realidad es que sí es necesario cambiar muchas cosas que protejan la integridad física de los luchadores y que no sucedan casos tan lamentables y dramáticos como el que vimos de Silver King.
No es posible que el referí, ni Juventud Guerrera, se hayan dado cuenta que Silver King estaba totalmente desfallecido y dejaron pasar valiosos minutos, que, no sé si con una buena asistencia e intervención médica le hubieran salvado la vida. Si hubo negligencia médica o no, no lo voy a decir yo, pero las imágenes dicen más que mil palabras.
Dicen también que el hermano de Dr. Wagner Jr ya tenía problemas de salud, pero si era así. ¿Por qué lo dejan viajar a Inglaterra y salir a luchar? Es urgente la creación de una Comisión Nacional de Lucha Libre que rija todas las actividades de los gladiadores mexicanos y que los someta constantemente a exámenes médicos para evitar este tipo de tragedias.
Ya pasó dos veces, primero con El Hijo de El Perro Aguayo y ahora con Silver King y no podemos esperar a que pase una tercera vez. La Comisión Nacional del Deporte (Conade), la Cámara de Diputados o a quien le corresponda, debe regular, a la voz de ya, la actividad de los luchadores, quienes entregan, cuerpo, alma y vida y, a cambio, no se les retribuye absolutamente nada, pues muchos de ellos ni a Seguro Popular llegan, lo cual es bastante lamentable.
También es necesario que los luchadores integren una Asociación que vele por sus intereses profesionales y que esté al pendiente de que, por lo menos, tengan derecho a servicio médico y un seguro de vida.