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EL TRATADO ENTRE MÉXICO, ESTADOS UNIDOS Y CANADÁ DIFICILMENTE SE RATIFICARÁ PRONTO.
El presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, lo usa como rehén en su campaña ante su reelección en 2020.
Hay optimismo en la Cancillería mexicana, donde el subsecretario para América del Norte y negociador del acuerdo comercial, Jesús Seade, piensa que podría ratificarse antes de julio.
No hay duda que se ratificará, pero el capricho de Trump llevará a prolongarse la ratificación del acuerdo. Para México y Canadá, de alguna manera le conviene la prórroga. Hasta el momento, los empresarios mexicanos están sin cambio en sus planes de inversión para exportar a Estados Unidos.
Aunque es falso lo que dice Trump sobre que México es el único beneficiado, esto es una verdad a medias. Tanto en Estados Unidos como en México y Canadá se beneficiaron con empleo, bienestar y productos baratos para el consumidor.
Cambiar las reglas del jugo implica muchos cambios burocráticos. Sin embargo, hay otros temas que están en manos del gobierno mexicano.
Destaca la reforma laboral que debe establecer condiciones salariales cercanas a las de sus socios en el TMEC, además del respeto al Estado de Derecho, para proteger las inversiones extranjeras en el país. Esto está atorado en el Congreso y va para largo.