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En este paso por la vida uno se va encontrando con gente afín a ti, con la misma forma de pensar y con el mismo sentido del humor; sin duda alguna eso es lo que me pasó con mi querido Adal Ramones, con quien por nuestro trabajo alguna vez tuve algunas diferencias, pero cuando tuvimos la oportunidad de trabajar juntos por primera vez en El Tenorio Cómico y justo ahí surgió una gran amistad, tanto que hasta tenemos el plan de hacer un proyecto para televisión juntos. Nos ha invitado a su casa en Acapulco y cada vez ha ido creciendo más la amistad, nos vamos a cenar muy seguido, hemos ido a su casa varias veces y descubrí en Adal a una gran persona.
Cuando Karlita, su mujer, se embarazó nos fuimos a cenar y nos dieron la noticia de una manera muy especial, nos pasaron el teléfono de Adal y nos dijeron: “Miren las fotos de la comida del domingo”, y empezaron a pasar las fotografías familiares, hasta que en una de ellas apareció el ultrasonido con la leyenda “van a ser tíos”. Desde ahí platicamos que no querían saber el sexo del bebé hasta el día de su nacimiento, como se usaba antes, que llegaba el doctor mientras tú fumabas afuera de la sala y te informaba que habías sido papá de una linda niña o de un bello chamaco. Y así se la llevaron, se armaron los baby showers, hasta de parejas, y ahí anduvimos pa’ arriba y pa’ abajo festejando el futuro alumbramiento, que señoras y señores ¡ya llegó!
El día de ayer mis queridos Adal y Karlita se convirtieron en papás de un hermoso chamaco, se llamará Cristóbal y es el primer bebé de Karlita y el tercero para mi Adal que, acá entre nos, mi Adal me confesó en su momento que de preferir, la verdad hubiera escogido tener un niño, pues el más pequeño de sus hijos mayores es niño, por lo que se podrá llevar Diego, del que les hablo, con Cristóbal el recién nacido, y por supuesto que ¡se cumplió!
Así que ya están disfrutando de esta belleza, vean ustedes nada más que hermosura de chamaco! Está muy rubio, como la mamá y tiene la carita idéntica, pero también tiene cosas de mi Adal, una nueva aventura y una nueva responsabilidad; pero he visto cómo es Adal con sus hijos y es un gran padre, he sido testigo de cómo juega sin parar con Diego su hijo en la playa, como si fuesen dos chamacos; y también lo he visto preocuparse por su hija Paola. Es más, la hemos llevado al antro y a la una en punto de la mañana hemos ido por ella y sabe que no se puede tardar ni un minuto más, porque ¡así le va! Enérgico pero muy amoroso y le tocaron muy buenos hijos, lo que sea de cada quien. Les platico que nació a las 8:10 de la mañana, pesó 3.190 kg y midió 50 cm, ¡un muchachote! Bienvenido, mi querido y esperado Cristóbal. He dicho.