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Acabo de ver en Facebook una mujer quien se atrevió a hacer un experimento con el marido. Le pidió que se metiera a su closet y le combinara la ropa de toda una semana. De lunes a domingo el marido eligió desde los zapatos hasta el accesorio.
¿Te atreverías? Contaba en su muro la chica, que tenía terror que el marido le escogiera lo más simple y que estaba segura que terminaría poniéndose una ropa sin chiste. Los hombres son muy básicos en cuanto a los detalles. Luego nos cambiamos el color del cabello y ni cuentan se dan. Se pueden poner la misma camisa y el mismo traje para cada evento que nos inviten. Entiendo el por que la chica le llamó “experimento” a este asunto.
¿Por que no les damos chance y les lanzamos el reto? Para ellos es muy común preguntarnos qué zapato o cinturón le sugerimos se pongan. Es más, en los 50’ s eran las mujeres quienes le dejaban la ropa al marido en la cama lista. Ellos ni se preocupaban por que se iban a poner. Vamos a modernizarnos y darles un voto de confianza.
Mi marido es muy presumido y en ese sentido me haría las combinaciones mejor que yo. Es más, yo no salgo de compra sin el. Reconozco que como productor tiene el ojo educado de otra manera. Es su chamba. Pero un marido que no se dedique a la moda, o al negocio del entretenimiento sería una dura prueba pedirle que nos elija la ropa. ¿No creen?
Pues les cuento que el resultado fue extraordinario. Cuenta la esposa del Facebook que además de sorprenderla el marido con los “ outfits “ que le armó, le dio uso a ropa que ella no se acordaba que la tenía. Así somos las mientes, compramos y compramos pero nunca tenemos nada que ponernos.
Vamos a ponerle un poquito de sabor a la relación de pareja. Lancemos el reto a los maridos a ver qué tal nos visten y luego nos desvisten y vivieron felices para siempre gracias al manual de la buena esposa.