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El agitado encuentro entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los reporteros en el aeropuerto de Mexicali debería significar una alerta de que se escala de manera riesgosa la confrontación entre su gobierno y medios de información.
Atípico totalmente que el presidente respondiera “parecen prensa fifí” a representantes de medios locales que insistían les respondiera sus preguntas. También extraña la reacción de los reporteros al gritonear en coro: “!Información!, ¡información!, ¡información!”.
El hecho de que ocurra en Baja California no es coincidencia: en junio hay elecciones para renovar gubernatura, alcaldías y Congreso Estatal. El PAN podría perder luego de 30 años en el poder.
López Obrador arguye que no se va a quedar callado, como lo hacían otros presidentes, ante publicaciones de los medios que a su juicio él tenga que externar su réplica. De acuerdo. Pero podría prescindir de la expresión “prensa fifí” y mejor ofrecer información, datos concretos para rebatir lo publicado.
De igual forma, sería más sano señalar medios y periodistas concretos a quienes dirige su réplica, no en lo genérico “prensa fifí”, término que trajo de la época de Francisco I. Madero, usado en aquellos días revolucionarios, no de una etapa como la de ahora, que pretende la pacificación.
Por cierto, ayer López Obrador definió qué es fifí: “Fantoches, sabelotodo, hipócritas, doble cara”.
La expresión “prensa fifí” es usada por el presidente en forma genérica, lo que para efectos significa que todos los periodistas somos “prensa fifí”.
Ojalá esos adjetivos no pongan más en riesgo a los periodistas. Ya van 7 asesinados en poco menos de 4 meses de su gobierno.