Visitas
Ciudad de México. Investigadores de la UNAM informaron que son entre 12.5 y 15 millones de personas, sobre todo del área rural, pero también de zonas marginadas en las grandes ciudades, las que no tienen acceso al agua potable.
Asimismo Manuel Perló Cohen, investigador del IIS de la UNAM indicó que esas personas padecen problemas de salud y de higiene, ligados a la falta de agua.
El investigar detalló que de los que sí reciben el líquido, alrededor del 30 por ciento no lo tiene en cantidad ni calidad suficiente. “El derecho al agua se encuentra en nuestra legislación, pero no se cumple”.
Además para el universitario, en México hay que encender las luces amarillas respecto a nuestra relación con el agua. “No preveo un escenario como el de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), con el llamado Día Cero. Gran parte de las grandes urbes de nuestro país se abastecen con aguas subterráneas y éstas tienen más capacidad de enfrentar variaciones climáticas extremas, como la sequía que afectó a aquella zona y provocó un nivel bajísimo en las presas”.
Agregó que se debe atender y mejorar el sistema Cutzamala, que tiene agua superficial que distribuye a siete presas y abastece a la Ciudad de México y Toluca, pues una sequía como la del 2009 afectaría gravemente el nivel de sus presas.
Manuel Perló destacó que en un país en donde el consumo promedio es de 322 litros por persona al día, y se pierde el 40 por ciento en fugas, el universitario propuso una serie de ‘soluciones basadas en la naturaleza’.
“En lugares con parques públicos se puede captar agua de lluvia. Estos espacios no deberían depender sólo del agua que reciben del sistema general de distribución, sino que ellos mismos deben captar, almacenar y utilizar el recurso para su propio uso”.
Para aprovechar la lluvia, planteó captarla, procurar la infiltración de los acuíferos y humedales para regular el exceso de líquido y limpiar las aguas usadas. “Hay sitios en donde los drenajes están dirigidos a humedales, que tienen algas para limpiar este recurso”.
Ante esta situación el universitario recomendó una mayor inversión en soluciones basadas en la naturaleza.