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Ciudad de México.- De acuerdo a datos oficiales, en la Ciudad de México hay más de 30 mil personas con Síndrome de Down, de las cuales el 60 por ciento pertenecen a áreas de pobreza y pobreza extrema, por lo que no tienen acceso pleno a la salud.
Al conmemorarse la celebración del Día Mundial del Síndrome de Down, el presidente de la Comisión de Salud del Congreso local, Efraín Morales Sánchez manifestó que a pesar de los esfuerzos realizados en la legislación local respecto a temas de salud, inclusión y educación, aún hay mucho por hacer, por lo que urgió la necesidad de ampliar el apoyo a este sector de la población.
El legislador de Morena aseguró que desde el Congreso local se revisarán las leyes correspondientes para garantizar el pleno ejercicio de los derechos de las personas con Síndrome de Down.
Resaltó que hace falta constituir un registro oficial que permita conocer el número de personas con esta condición que hay en México y de manera particular, a nivel local, ya que hasta el 2016, de acuerdo a datos del INEGI, se estimaba que en todo el país había una población de 150 mil personas con este síndrome.
El legislador refirió que existe desinformación en relación a este tipo de discapacidad: “El Síndrome de Down no es una enfermedad, sino una discapacidad intelectual, y la mayor recurrencia de nacimientos con este síndrome se da en mujeres que se embarazan a muy temprana edad, entre 16 y 19 años, y en más de 40 años de edad”.
Reiteró la necesidad de informar de manera ampliada, tanto a hombres como a mujeres en edad reproductiva, los riesgos que se tiene de gestar a un hijo con este tipo de discapacidad; además de dar mayor capacitación a maestros, educadores y sociedad en general, para que las personas con Síndrome de Down tengan una mejor integración desde la infancia y puedan ejercer plenamente sus derechos en todos los ámbitos de su vida.
Finalmente, el diputado Efraín Morales sostuvo: “Es de suma importancia que quienes viven con esta condición puedan tener acceso pleno a la salud, dado que si son atendidos oportunamente desde su nacimiento, se puede lograr que vivan hasta 50 o 60 años, toda vez que las personas con Síndrome de Down tienen más probabilidades de padecer enfermedades tiroideas y 20 veces más riesgo de sufrir leucemia, infecciones de oído y cardiopatías”.