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El productor de origen chileno estudió para ser abogado, pero se decantó por la cinematografía; apostar a Estados Unidos es la clave para Latinoamérica.
México.- Varias han sido las personalidades que se han presentado durante el Festival internacional de cine en Guadalajara en su edición 34, y uno de los eventos que marcaban una pauta distintiva a la industria de la cinematografía era la Master Class de Juan de Dios Larraín, reconocido con el Mayahuel Iberoamericano en el presente evento y quien es un dedicado y apasionado en la producción de cine y televisión.
El chileno, hermano del director Pablo Larraín, con quien ha construidos películas como Neruda (2016), Jackie (2016) y No (2012), entre otras, platicó que en un principio su intención en la vida era la de ser abogado, pero que por azares del destino y por ayudar a su hermano con su primera ficción Fuga (2006), entró a la producción.
“Soy abogado, y desde muy pequeño me dediqué a hacer diferentes cosas de las que se me pedían en el colegio, y en al paso pues hacíamos proyectos con los que ganábamos dinero. La idea de ser productor surge para ayudara mi hermano, que muchos productores lo rechazaron con su primer proyecto. Veía cine pero no tenia una conexión especial, y me gustó cómo se ve de afuera el proceso que hay que hacer para una película, que todo mundo piensa que es como una fiesta pero no”, relató.
Sobre su actual rol en la industria y sus inicios, Juan De Dios comentó: “En mi caso ha ido variando, fui un productor que al principio hacía muchas tareas, desde conseguir el dinero hasta gastarlo en equipo y en todo, yo guiaba todo el proceso, pero con el paso del tiempo tristemente he dejado de hacer eso, ya no estoy en la linea de fuego, y me encantaba, la producción es estar en la cocina y el productor es arreglar los problemas, yo ahorita hago cosas más corporativas”, esclareció.
Un mensaje muy importante que manda el chileno para los jóvenes que tienen la intención de seguir el camino de la producción, esto les platicó: “La producción de cine tiene que ver con una maquina colectiva para hacer sueños, crearlos. Una cosa que hacen los productores con frecuencia es hacer sentir al actor, al director, al fotógrafo, a todos, cómodos, a los del dinero. Y por sentir cómodo es que se sientan agusto, y entiendo que es difícil ser interesante y entretenerlos y hacerlos sentir bien. Para ser productor se debe tener cultura, platica, aprender varios idiomas si quieres, cuando logras hacer sentir bien a las personas y crear ambiente cómodo, así puedes atraer talento. Que cuando sea tu cumpleaños, la gente vaya”, dijo.
Sobre la industria latina en el extranjero, el productor externó: “Nosotros nos metimos en la selva de Los Ángeles, y nos dimos cuenta que había pocos latinoamericanos trabajando ahí, y que los de la industria latina nos vamos mucho a Europa, entonces yo dejé de hacerlo y empecé a moverme más a Los Ángeles. Entendí que hacer una cinta en ingles te abre muchísimas más oportunidades, apostar por el mercado en Estados Unidos es clave y se le debe dar importancia”, concluyó.