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Por supuesto, no fue una adquisición directa a Youtube, donde cuando mucho cuesta 5 pesos la promoción por vista de un video. Lo compraron 100 veces más caro que su costo real, a través de una de las varias empresas que en ese sexenio benefició Lagunes, a quien el PVEM le garantizó fuero como senadora, hasta 2024.
De tal tamaño fue el negocio que hicieron algunas de esas empresas como intermediarias para la adquisición de estrategias y publicidad en redes sociales, que una de ellas tuvo dinero suficiente para comprarle a un importante consorcio de medios estadounidense, el grupo editorial que hace una de las más añejas publicaciones empresariales de México.
Viene a cuento, porque ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó que sus cuentas de redes sociales se manejan solamente con el tráfico orgánico (espontáneo).
“Anteriormente se contrataban empresas, hasta de Twitter, de Facebook hay contratos, a muchas empresas. Tenemos el informe sobre eso, no lo doy a conocer porque involucra a medios y a periodistas y no quiero que se les juzgue por eso, porque es una manera también de dar un servicio y cobrar”.
López Obrador rebasa los 5 millones de seguidores en Twitter y en Facebook.
Esa corrupción para difusión en redes en la Presidencia de Peña permeó a todas las Secretarías. Evidencias oficiales hay de sobra.