Visitas
A UN CLIC DE ASFALTO
IAN SORIANO
Del dominio del balón, Manuel Negrete pasó a la carencia de dominio político en la alcaldía que se propuso gobernar apoyado por el PRD. No deben ser pocos los coyoacanenses que quisieran ver al alcalde parado tan firme en la cancha política como en aquel juego de Leyendas de México y Alemania en el Zócalo capitalino (2017), en el que el mediocampista desequilibró a los teutones.
En sus 5 meses como alcalde, Negrete ha sido blanco de señalamientos que lo enfrascan en el mismo modelo político del exdelegado Mauricio Toledo: Corrupción.
En diversas notas periodísticas están asentadas denuncias ciudadanas como: permisos para bares disfrazados, cobro de cuotas a franeleros y artesanos de ferias, más inseguridad e incluso la autorización irregular para construir oficinas en Los Viveros para uno de los operadores políticos de Toledo (hoy diputado federal).
A Negrete le ha faltado el quiebre de cintura. Es un alcalde desdibujado por sus fallas. Después de comparecer ante el Congreso capitalino, le urge quitarse la marca personal de Toledo, a quien la Contraloría de la Ciudad de México auditará para descartar o confirmar sus manejos turbios en Coyoacán.