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Tras semanas de especulaciones y de acaparar las portadas de las revistas, la exPrimera dama de México, Angélica Rivera, confirmó ayer que se está divorciando del expresidente Enrique Peña Nieto, situación que lamenta profundamente.
Además, dio a conocer que planea recuperar su carrera como actriz: “Hoy toda mi energía, fuerza y amor está enfocada en seguir siendo una buena madre, en recuperar mi vida y mi carrera profesional”, y finalmente, pidió y agradeció el respeto a su familia: “Para mantener la tranquilidad emocional que merecen nuestros hijos”.
Apenas terminado el gobierno de Peña Nieto surgieron rumores sobre que estaba separado de Angélica Rivera, quien dejó México para radicar con sus hijas en L. A., California.
Días después, el exmandatario fue captado en Madrid con la modelo mexicana Tania Ruiz y la revista Hola!, confirmó que la pareja se separó en diciembre pasado.
ESTÁ LIBRE DE CULPAS
Angélica Rivera no incluye a Enrique Peña Nieto, cuando habla del sentimiento que la embarga ante el término de su matrimonio con el exPresidente de México, expresando que solo es ella quien lamenta y a quien le duele esta decisión. Así lo interpreta la psicóloga Rosilú Estrada, quien hace un análisis de las líneas que la exPrimera dama compartió para confirmar su divorcio.
“Ella escribe ‘lamento’, en singular, sin incluir a la otra parte de la pareja, y menciona que es ella quién ha tomado la decisión de divorciarse”, explica Estrada.
Además agrega: “Ella deja en claro que no faltó a sus obligaciones como esposa y tampoco como madre, entonces ¿a quién se le atribuye la culpa del divorcio?”, reveló la psicóloga.