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A tan solo 130 pasos de un vehículo de vigilancia UNAM, con placas J19-ANY de la Ciudad de México, estacionado entre la torre de rectoría donde tiene su oficina Enrique Graue Wiechers, y la Biblioteca Central, con el mural elaborado por Juan O’gorman a finales de los años cuarenta, jóvenes narcomenudistas ofertan drogas desde temprana hora a la comunidad estudiantil.
Esto, en el primer día hábil académico del año por parte de la máxima casa de estudios. Pues durante periodo vacacional existe un estricto control de acceso a Ciudad Universitaria, además, no hay demanda por la nula afluencia de estudiantes a las diversas facultades.
En febrero del año pasado, dos jóvenes fallecieron en un hospital de la ciudad tras haber sostenido una riña por la disputa de venta de psicotrópicos en Ciudad Universitaria, a causa de la aún política prohibicionista respecto al consumo y la venta de drogas, pese al inicio de un nuevo gobierno. A casi un año, se sigue registrando el narcomendueo en el pasillo de la Bibliteca Central, hasta en el Jardín Digital de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
Se establece como una “causa especialmente grave”, en la fracción cuatro del artículo 95 de la legislación universitaria de la UNAM, “ingerir o usar, vender, proporcionar u ofrecer gratuitamente (drogas) a otro, en los recintos universitarios”.
Regresarán a clases en prepa 2
Dentro de la misma universidad, a más de un mes de paro durante periodo vacacional en la Escuela Nacional Preparatoria número 2, “Erasmo Castellanos Quinto”, alumnos entregaron a las autoridades de la universidad, las instalaciones de este plantel, pese a la agitación que se registró en las asambleas de padres y de alumnos que se llevaron a cabo el día de hoy.
“Sobre los daños materiales causados a las instalaciones la ENP actuará conforme a lo señalado en la legislación universitaria”, informó la UNAM en un comunicado.
