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La anemia se define como una disminución en el número de glóbulos rojos (o hematíes) en la sangre o en los niveles de hemoglobina respecto a los valores normales.
La principal función de los glóbulos rojos es el transporte de oxígeno en la sangre y su liberación en los distintos tejidos.
La anemia puede ser la manifestación de una enfermedad hematológica o una manifestación secundaria a muchas otras enfermedades. El diagnóstico inicial es aparentemente sencillo, ya que en un análisis rutinario o por otros motivos se detecta una disminución de los niveles de hemoglobina o del número de glóbulos rojos.
La pérdida de sangre es quizás la causa más frecuente de la aparición de la anemia. Una menstruación abundante o el sangrado del aparato digestivo o urinario debido a hemorragias internas pueden estar detrás de la anemia. La convalecencia después de cirugías o traumatismos también pueden ser las causas de una pérdida importante de sangre.
En sociedades desarrolladas como la nuestra, hay soluciones y ¡al alcance de nuestras manos! ¿Cómo tratar la anemia? ¿Qué podemos hacer para combatirla de forma natural? Los siguientes consejos son de suma importancia para esta enfermedad.
Tu cuerpo necesita hierro para producir más hemoglobina. El hierro que se absorbe más fácil para el cuerpo es el de las carnes, sobre todo las rojas, pero como no vamos a estar siempre comiendo carne, hay otros alimentos que son fuente natural de hierro y a lo mejor no lo sabías: espinacas, aguacate, tofu, legumbres (chícharos, lentejas, garbanzos,…) frutas secas (ciruelas pasa, uvas, albaricoques,…), semillas y frutos secos (semillas de girasol, pistaches…) cereales y panes enriquecidos con hierro,… Considera que la absorción de este hierro es más difícil.