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Ciudad de México.– Ana Laura González, tapatía, 19 años, surfista, protagonista de la última edición del Exatlón. Luego de la aventura está de vuelta en la cotidianidad y, aunque regresar a su país supone que no pudo seguir en la competencia, se lo toma con filosofía, porque hoy es más conocida.
Y es que su naturaleza, más allá de casi siempre contender en escenarios bastante bravos, también le dictaba regresar al terruño.
“Se siente raro regresar a México, los dos sitios son muy diferentes, Exatlón es una gran experiencia, pero llega a ser cansado, entonces sí es difícil, pero también estoy emocionada de poder regresar a lo que es el mundo real, y poder aplicar todo lo que aprendí, en mi deporte”, dice en entrevista con Grupo Cantón una de las atletas más jóvenes, al tiempo que cuenta porqué desafiar a los mares, y no apegarse a una disciplina tal vez más común entre las niñas.
“Desde pequeña siempre hice deporte, hacía ballet, gimnasia y en el Surf comencé a los 10 años por mi hermano, es muy loco, porque a mí me dan miedo las olas.
“Pero el estar adentrada en la naturaleza, la adrenalina en cada sesión, para mí el Surf es mágico, se convirtió en mi pasión, y a los 13 años me fui a vivir a la playa para practicar todo el tiempo”, agrega.
‘Me gustaría estar en la segunda edición del reality, si es que hay’, pensó la de Guadalajara, Jalisco, a partir de que siguió el programa en su época de estreno, pues además entendió que cumplía con los requisitos de ser una atleta de alto rendimiento, y cuenta cómo fue que se dio su elegibilidad.
“Vi un poco la primera temporada y me gustó el concepto, creo que es una forma de inspirar a personas a que hagan deporte”.
Cansancio, enojo, desgaste, aun cuando este capítulo de verdad apunta a la sobrevivencia, González es clara: “No me arrepiento, porque Exatlón es una de las mejores experiencias de mi vida”.
SURF
Una disciplina que supondría ser exclusiva de quienes están cerca de la playa, para Anita se convirtió en prácticamente su vida, al grado de aclimatarse para elevar su nivel.
“Es un deporte en el que no sólo importa el aspecto físico, es mental también, porque siempre existen miedos, retos, nuevas olas, muchas caídas, golpes, entonces tienes que ser una persona decidida y no dudar frente a las olas”.
Y, aplicado a su más reciente experiencia, la tapatía comparte que esa idea de siempre sobreponerse a los malos momentos hoy le da fortaleza para aferrarse a lo que viene en su carrera sorteando olas.
“Hay veces que te caes, pero sabes que siempre te puedes levantar, entonces tienes que regresar y aprender”, finaliza Ana Laura González, ya resignada, pero a la vez motivada, porque está de vuelta en su mundo, donde el mar se convierte en su mejor aliado.
