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Por Jacqueline Ramos
Ciudad de México.- Detrás de la cerca de madera que rodea al Multifamiliar Tlalpan se puede observar a trabajadores que, como hormigas, se mueven de un lado a otro en su quehacer para recuperar los edificios, o lo que queda de ellos, pues lucen desnudos en buena parte: sin paredes de un lado o de otro, sin balcones y con los fierros a la vista.
A pesar de que los trabajos se desarrollan no hay un cambio en el ánimo de los habitantes como para que vean más cerca la posibilidad de volver a lo que era su hogar antes del sismo del 19 de septiembre de 2017.
Los vecinos esperan que la nueva jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, revise el proyecto para saber si valía la pena este esfuerzo o hubiera sido mejor tirar los departamentos y construirlos de nuevo.
Mientras esperan, los vecinos se acusan unos a otros de falta de transparencia, de acaparar apoyos y de demandarse ante el Ministerio Público, quizá motivados por la tensión de vivir, hasta quién sabe cuándo, en refugios improvisados.
Por su parte, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública vigilan los seis accesos a la obra y advierten que nadie puede pasar, esa es la “instrucción”.
Además, los albañiles están colando desde muy temprano, por lo que se encuentran ocupados y no está el responsable de la obra, sólo un ayudante, “el ingeniero”.
Alejandro Hernández expresó: “a mí tampoco me permitieron el paso. No dejan entrar. Yo vine a preguntar si había trabajo. Estoy en la construcción desde hace muchos años”.
En el campamento de Gálvez y Fuentes, la zona del comedor está levantada, lo mismo las mesas que los bancos, y a lado siguen en pie las viviendas de madera y algunas casas de campaña donadas por China. No se ve mucha actividad.
Guadalupe Padilla Mendoza apareció y señaló que los trabajos avanzan pero la situación está un poco complicada. Dice que el proyecto 1-C, que se cayó durante el sismo, estaba mal, y el Instituto de Vivienda (Invi) lo tuvo que retomar, pero no se ha hecho nada todavía.
Opinó que el reforzamiento va muy bien, “pero no conocemos los proyectos ni ejecutivos ni estructurales; nunca nos los enseñaron. Por ejemplo, pregunto si van a poner otra vez los balcones que quitaron y me dicen que no saben todavía”.
Asimismo, señaló que la ruptura que tuvo Multifamiliar Tlalpan con Damnificados Unidos, que ya se manejan con independencia, se debió a que había diferencias y agresiones; “estamos reestructurando la asamblea para poner todo en orden”.
La damnificada también indicó que existen problemas con la comida que manda el gobierno, ya que se entrega de manera selectiva, mientras a otros se les niega, sumado a que llegan juntos el desayuno y la comida; la cena es entregada muy noche.
Recuerda que la actual Jefa de Gobierno estuvo en el multifamiliar y dijo que se haría una revisión de estudios y proyectos porque, de lo contrario, era meterle dinero bueno al malo. “Los edificios tienen 60 años; su vida remanente es de 50. Por ley, debieron derrumbarlos y levantarlos nuevos”, consideró.
El campamento de las canchas luce semivacío, mientras un perro busca en el piso algún resto de alimento y a lo lejos se ve un árbol de Navidad con algunos adornos.
Humberto Pérez, quien nació y creció ahí, ahora va a ayudar a sus vecinos en lo que puede, porque “tenemos fuertes vínculos y una historia”.
Respecto a las obras, dijo que se dieron sin licitaciones y los vecinos desconocen el proyecto, además de que no han firmado un proyecto individual o colectivo para el reforzamiento.
Desde el inicio y hasta la fecha, narró, no hay una autoridad que regule el acopio de manera justa y humana. “Hay quienes quieren controlar el comedor. Dicen que son los coordinadores, pero nadie los eligió”.
Los edificios, abundó, se construyeron hace 60 años y bajo otras normas, por lo que, a su juicio, ya no cumplen con la normatividad.
También sabe que la nueva Jefa de Gobierno les dijo que se harían nuevos estudios y, a partir de ahí, se tomarían nueva decisiones.
Tiene su manera particular de ver la reconstrucción, pues para él si se toma en cuenta el sitio y su plusvalía los vecinos podrían asociarse con la iniciativa privada y ceder una parte del terreno, de tal manera que ellos tengan viviendas nuevas y la empresa pueda desarrollar un corporativo.
En tanto, cerca de la entrada cinco hay pegado un cartel que dice: “Sismo: 19 de septiembre. Inicio de reforzamiento del 3-C: septiembre-2018. Regreso a mi hogar: ??? Olivia Hernández”.
Vía: Notimex