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Ventaneando en Los Pinos

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No cabe duda que el programa Ventaneando ha sido, es y será uno de esos grandísimos y rarísimos garbanzos de a libra que cualquiera quisiera toparse alguna vez en la vida: 23 años al aire y seguimos levantando ámpula. Ahora estamos en todos lados, porque fuimos invitados a la todavía Residencia Oficial de Los Pinos, ya ven que hoy en día a través de las redes ningún chile le acomoda a mucha gente, pero déjenme contarles la historia.

Esta no es la primera vez que recibimos una invitación de tal magnitud: en el sexenio de Vicente Fox fue la primera vez que nos invitaron a Los Pinos; la pareja presidencial era muy afecta al programa, así que la primera ocasión Martita nos invitó a desayunar con ellos en la cabaña que construyeron ahí en la casa oficial y estuvo tan sabrosa la plática, que se repitió el evento en innumerables ocasiones. Llegábamos, desayunábamos y nos reíamos sin parar, nos hicimos buenos amigos.

Después se repitió la historia en el mandato de Felipe Calderón, pues también recibimos invitación de este tipo para ir a Los Pinos, e igual la pasamos maravillosamente; así que no entiendo esta vez por qué tanto revuelo. Recibimos la invitación de la Primera Dama, Angélica Rivera, para ir a desayunar con ella. En dado caso, esta vez es la que más se justifica, pues Angélica Rivera tiene una amplia trayectoria como actriz y nosotros nos dedicamos al espectáculo, así que tiene absoluta coherencia y además creo que nadie, incluida la Primera Dama, tiene que dar alguna explicación de con quién desayuna y con quién no.

Debo decirles que llegando nos recibió la hermana de Angélica, que es como su dama de compañía, simpática y agradable; posteriormente apareció la Primera Dama espectacularmente vestida de blanco. No se imaginan ustedes lo cálida, agradable y sencilla que es. De repente podemos tener una idea de una persona y cuando los tratas te das cuenta de que es otra historia. Empezamos riendo, le contamos anécdotas muy divertidas de nuestro andar en el programa durante 23 años, ella nos contó otras, unas muy divertidas y otras no tanto, de lo que es ser la Primera Dama de México, cosas que poca gente se imagina. No crean que todo es glamour y eventos sociales, no señor, hay muchas historias que no nos imaginamos, sin dejar a un lado esta época de la nueva Santa Inquisición que son las redes sociales, la verdad es que no la ha tenido fácil y al final no era ella la que gobernaba.

Debo contarles a ustedes que Los Pinos ya están en una especie de abandono, pues ya no se ocuparán de esta manera; se respira un ambiente de nostalgia y tristeza, entrará un nuevo gobierno que amenaza con cambiar todo. Todavía no sabemos si para bien o para mal, pero cambio al final. Lo que sí espero que no cambien son las invitaciones a desayunar con la familia presidencial, que sabemos que también les gusta Ventaneando. Nosotros vamos sin ninguna cuestión política, nuestro trabajo es divertir a quien sea. Así que preparen las conchas. He dicho.

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