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CIUDAD DE MÉXICO.– La segunda caravana de migrantes centroamericanos, que cruzó el lunes masivamente a México por el río Suchiate, integrada por dos mil personas de Honduras y El Salvador, principalmente, arribó a Tapachula, Chiapas, y empezó a acampar en la plaza principal.
Y es que las autoridades federales permitieron el ingreso a México a los migrantes con la condición de que se regularizaran. Pero una vez en territorio nacional los migrantes rechazaron la documentación y abandonaron el recinto migratorio del Puente Internacional al que habían sido llevados, y continuaron su trayecto hacia los Estados Unidos.
Por otro lado, Gerardo Elías García, comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM) confirmó ayer martes que la segunda Caravana Migrante, integrada por alrededor de 1,500 personas, avanza por Chiapas rumbo a la frontera norte de México. Sin embargo, advirtió que en cualquier momento podrían ser asegurados y devueltos a sus países de origen por estar en México de forma irregular.
Por otro lado, la primera caravana de migrantes centroamericanos llegó ayer a Juchitán, Oaxaca, en el Istmo mexicano. Su arribo fue rápido debido a que recibieron el apoyo de la empresa Autobuses Istmeños, de transportes particulares y hasta de la Policía Municipal.
El secretario municipal de Juchitán, Óscar Cruz, informó que la alcaldía habilitó el albergue y puso a la disposición de los miles de migrantes servicios de salud, comida, medicinas y transporte de la Policía.
Aún es incierta la ruta que tendrá la caravana, algunos quieren dirigirse a la ciudad de Oaxaca, y otros al estado de Veracruz, para después ir a Puebla, Estado de México y Ciudad de México.