Visitas
Después de 26 años se vuelve a registrar en Durango, la muerte de una persona por rabia. Esta vez se trató de un pequeño de 11 años quien sufrió una mordida de un zorro silvestre, sin embargo, su padre no le prestó importancia al incidente ocurrido y dejó pasar el tiempo hasta que el niño falleció.
El pasado mes de julio el pequeño y su padre se encontraban en un camino rural en el municipio de San Dimas donde se toparon con un zorro silvestre atropellado, se detuvieron para auxiliarlo, sin embargo, al acercarse el animal se abalanzó y mordió al niño. El padre no le brindó la atención pertinente ni la importancia al incidente ocurrido.
A finales del mes de septiembre la salud del niño empeoró y los trasladaron al Hospital Materno Infantil de la ciudad de Durango, donde días después murió por encefalia cerebral en estado avanzado.
Sergio González Romero, Secretario de Salud en el Estado, comentó que el menor murió por una encefalia provocada por el virus de la rabia. Exhortó a la ciudadanía y en especial a los padres de familia en brindarle la atención inmediata a sus hijos después de haber sufrido un incidente como el que se registró recientemente.
Como medida precautoria se estableció un cerco sanitario y las personas que tuvieron contacto con la familia del menor fueron vacunadas, en especial el padre porque se presumía que había sido rasguñado por el zorro.
La atención oportuna puede salvar vidas.
