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Diego Olivera: “Te juro por mi hija y por mi vida que nunca le he sido infiel a mi mujer, Mónica Ayos”.
Diego Olivera, ¿quién le pidió matrimonio a quién: tú a Mónica Ayos o ella a ti?
Mis papás se divorciaron cuando yo tenía 5 años y soy tan obsesivo que no me casé a los 20 años como ellos, para no repetir la experiencia. Me casé hasta que cumplí 32 años, hace 18 y un poco fue ella quien me lo dio a entender, no fue muy sutil ni tampoco yo traté de tomarlo como sutileza. Yo pensé: “Estoy en edad, estoy sumamente enamorado de esta mujer, no la voy a dejar ir por una pavada ni por un papel”. Ella quería que rubriquemos nuestro compromiso y así lo hicimos.
¿Y todo mundo sabe que nunca le has sido infiel?
Te lo juro por mi hija y por mi vida que mi mujer me mueve el tapete todos los días y tenemos broncas y discusiones, pero la sigo amando y me cuesta mucho estar separado de ella; es más, le prometí que nunca repetiré lo que nos pasó en Montecristo, que no pude verla 4 meses porque no podía viajar ni ella. Eso me trajo una crisis muy fuerte y aunque respetamos nuestras carreras, nos lastima no estar juntos, yo no estaría con mi esposa si no estoy enamorado; además, culturalmente no entiendo esto de mantener una doble vida. Para mí eso sí que sería un dolor de cabeza, yo no soy nadie para juzgar al jeque árabe, pero al menos él no miente porque eso en su cultura está aprobado, por lo menos todos se pusieron de acuerdo. En mi caso yo sé que yo no sirvo para tener dos mujeres ni para compartir una mujer, porque estoy muy enamorado de mi familia, de mi esposa, de mis hijos. Soy muy romántico, desde que la vi me encantó físicamente.
“Jamás Mónica Ayos y yo nos hemos peleado, ni a manotazos, ni siquiera con una grosería, para mí sería demasiado humillante”.
¿Cuál es la pelea más fuerte que has tenido con Mónica Ayos, tu mujer?
Una vez la vi besándose con otro en la novela y me dieron muchos celos y aventé el control remoto contra la pared, haciéndolo añicos, y le marqué y le comenté: “Destrocé el control remoto”, pero eso ha sido lo más violento a lo que he llegado. Los dos somos muy respetuosos con la carrera del otro y nunca hemos impedido que el otro haga algo delante de cámara, y eso que yo he tenido escenas con compañeras muy guapas casi completamente desnudo en una alberca. Y aunque nunca me confesó si hizo añicos el control, creo que no es tan calmadita, pero nunca hemos peleado a gritos ni groserías ni con objetos volando ni con manos de por medio, eso me parece humillante.
¿Y si es tu mujer la que te abandona?
Me rompería el corazón, concluyó el guapo Diego Olivera, que lleva 31 novelas, tiene 50 años, mide 1 metro 90 y tiene a su hija Victoria con Mónica Ayos, y recién terminó la novela Mañana será otro día, de Carlos Moreno, al lado de Angélica Vale.