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CDMX, hoy y mañana – Arturo Ríos Ruiz/Grupo Cantón
INCONCEBIBLE.- “La Dirección de Seguridad Escolar de la SSPCMX, es una Policía capacitada para interactuar con jóvenes estudiantes, a quienes brinda seguridad y vigilancia alrededor de los planteles educativos y orientación para la prevención del delito, adicciones y conductas antisociales”.
Así se lee aún en la página de la institución policiaca de la CDMX, a cargo de Raymundo Collins, esta protección inició en 2004 y sus acciones lograron la confianza de los padres de familia, los elementos estuvieron atentos para observar si desconocidos y sospechosos merodeaban los centros escolares e hicieron detenciones de vendedrogas.
Así que Iram Almeida ordenó su desaparición y se sabe que ya desmantelan el área que tan trascendente labor desarrolló.
A la llegada de Collins, la orden ya estaba dada y ahora a los elementos los mandan a labores de vigilancia y el área está abandonada. Ojalá el nuevo jefe recapacite y devuelva tan noble cara bonita de la policía y no dejen abierta la puerta a los narcos.
NARCOTIENDAS.- Si en la CDMX, existen cuatro cárteles de la droga deben estar muy ocupados, cuando se conoce que hay 20 mil narcotiendas en la capital, son puntos fijos y extraña la tolerancia, pues también se conoce que están concentrados en Tepito, Iztapalapa, Cuauhtémoc, Azcapotzalco y Gustavo Madero.
El narcomenudeo inició en la capital en 2006 y de acuerdo a los registros, en 2011 se demostró que resultó tan buen negocio que al terminar el año ya había cinco mil narcotienditas en la capital.
El proceder no es nuevo, les llaman rentas, el de confianza del mero mero de la delegación, pasa cada semana por una “cuota” convenida y todos contentos.
CIUDAD DE MÉXICO, 20ABRIL2017.- Jóvenes se reunieron en la plaza de la ciudadela para celebrar el 20 de abril, comúnmente conocido como el “420”, día en que celebran la marihuana. Durante el evento hubo música en vivo, personas fumando, bailando, y venta de artículos relacionados con la planta.
FOTO: TERCERO DÍAZ /CUARTOSCURO.COM
“AÑO DE HIDALGO.- En las delegaciones están a mil los inspectores de Reglamento, Vía Pública, Obras y cuanto malandrín les suene, clausuran giros de todo tipo, por cualquier pretexto y exigen una lana para abrirlos. Los que se van, dan el último zarpazo. Todos hacen su parte para dejar la marca de la corrupción.
