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El gobierno de Andrés Manuel López Obrador seguramente fortalecerá el papel del Estado en la economía. Analistas internacionales como Standard & Poor’s estiman que, pese a ello, no llevará a cabo un cambio sustancial que encaminen al país a una economía populista o anti mercado.
También los analistas ponen bajo lupa la política fiscal y estiman que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador mantendrá una posición cautelosa y que evite grandes desequilibrios. De alguna forma continuará con el mismo sistema establecido por Enrique Peña Nieto. Recibe una tesorería con dinero y, especialmente, las reformas estructurales en materia fiscal absorben las necesidades apremiantes de recursos.
Las propuestas de AMLO se basan fundamentalmente en el aumento de la inversión en obra pública e infraestructura, así como un mayor desarrollo del sector de vivienda; incrementar el ingreso familiar que estimule el consumo privado; afrontar la corrupción y fortalecer el marco legal; además de abordar los problemas de seguridad pública del país.
De mantenerse este ritmo, podría establecerse un crecimiento para el final de este año, de alrededor del 2% y estiman que el ritmo sería similar entre el 2019 y 2021. Esto sólo se podría lograr si Estados Unidos se mantiene estable y continúa las políticas económicas mexicanas con un gradual incremento de la inversión privada, especialmente en el sector energía.
Sin embargo, el contenido del Tratado de Libre Comercio, deberá ser fundamental para dibujar políticas a futuro del sector empresarial. Por ello, es fundamental que sea trilateral, México, Estados Unidos y Canadá.
La firma deberá ser este mismo año, para mandar una señal de estabilidad. Hay señales alentadoras de que la política económica se mantendrá estable.
