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Menos de carácter sindical que son las que más les afectan, porque lo que buscan es dividirlos para tenerlos bajo control, sin embargo no van a permitir que emisarios del pasado les quiten sus prestaciones sociales conquistadas con tanto sacrificio. Así se percibe su sentir y exigen que personas ajenas a su organización sindical saquen las manos y los dejen hacer sus tareas a favor de la ciudad y de los habitantes de la gran urbe.
Los trabajadores del GCDMX, ven a José Medel Ibarra como su enemigo número uno y, por eso le piden que junto con su “camarilla” empujados por el Grupo Tabasco, los dejen realizar sus labores para satisfacer la demanda de capitalinos.
Dejaron en claro que sus tareas no son fáciles y divididos sería difícil realizarlas.
Así ha sido por más de ocho décadas, solidarios y en unidad han caminado de la mano del gobernante en turno.
No es casual que a los trabajadores capitalinos los pongan a pelear entre sí, lleva un claro objetivo, provocar división y fracturas y de paso asestarle un duro golpe político a la próxima jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, porque difícilmente realizará las tareas de reconstrucción comprometidas con los miles de damnificados sin la mano de obra de quienes han laborado por años para el GDF.
Desde diferentes áreas de gobierno los trabajadores se declararon listos para llevar a cabo las tareas de reconstrucción de la mano de Sheinbaum a partir del cinco de diciembre próximo.
Para los trabajadores capitalinos, las tareas de escombro no son desconocidas pues vienen realizando esos trabajos cuando se demuelen edificios gubernamentales para remodelarlos o reconstruirlos.
Sin embargo queda claro que ningún gobernante por mucha buena fe que tenga podrá cumplir las tareas de gobierno sino es de la mano de sus trabajadores. Que así sea.