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Ciudad de México.– Las cinco victorias de los Chicago Bears la temporada pasada, a cambio de las 11 derrotas que registraron en la última temporada, podrían hablar de un desastre; sin embargo, en tres o cuatro de esos compromisos cayeron por muy poco margen y se quedaron cerca de llevarse la victoria.
Aun con aquellas sensaciones que pudieron rozar la medianía, aunque siempre más cargadas a una campaña ilusionante, la organización de Illinois decidió prescindir de los servicios del entrenador en jefe John Fox, pero esto obedeció más a que parecía que éste siempre se empeñó en ir en contra de la lógica que le dictaron el poderío de las escuadras que pudo conformar.
Un ejemplo claro de lo anterior fue su paso por los Carolina Panthers, pues cuando tuvo al mejor backfield de la NFL, optó por pasar el ovoide, y cuando contó con talento en los controles, decidió quitarle el balón. En fin.
Lo cierto es que ahora la apuesta es Matt Nagy, un especialista en quarterbacks, pero que tendrá mucho trabajo por hacer, pues llega para ser el manejador, entre otras líneas, del peor ataque de la Liga el último año, sobre todo en casi todo lo que tiene que ver con el juego aéreo.
Pero la apuesta luce interesante, pues después de un cuarto de siglo de siempre apegarse a entrenadores de la vieja escuela, refrescan la gerencia con Nagy, de 40 años.
En aspectos más puntuales, Mitch Trubisky, a quien perfilan como el mariscal de campo franquicia, estará rodeado de buenos elementos, que podrían darle mucha fortaleza.
La línea ofensiva, que se comportó a la altura abriendo varios huecos, tendrá que mejorar la protección a su comandante, para que las aspiraciones del equipo puedan acrecentarse.
Mientras, la defensa luce bien, simplemente bien, pero podría imponer respeto y ayudar a mejorar los números. Aunque es la franquicia más débil en el Norte de la Conferencia Nacional (NFC), podría dar la sorpresa y colarse a los Playoffs por encima de Minnesota Vikings, Green Bay Packers y Detroit Lions. Darían la campanada.
