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Ciudad de México.– A 30 días de la reyerta más anticipada de 2018, Saúl Álvarez, uno de los protagonistas, y quien a lo largo de su carrera ha llevado la etiqueta de malquerido, pues alguna vez lo dijo: “A mí me quieren o me odian”, se nota impaciente, se escucha con ansias de volver a calzarse los guantes para repartir candela.
Esta pelea de desempate ante Gennady Golovkin tenía como primer plazo el 5 de mayo de 2018; sin embargo, por un desafortunado capítulo de dopaje del tapatío, los planes cambiaron su tiempo y forma, pero incluso estuvieron a punto de no llevarse a cabo, pues el kazajo no terminaba de acepar el segundo episodio de esta rivalidad.
Y es que GGG, junto a su entrenador, el mexicano Abel Sánchez, se ayudaron de la falta del pelirrojo para lanzar toda clase de voces en contra, y de paso alargaron el aceptar toparse de nueva cuenta con Canelo.
Los insultos, por insinuar que el de Guadalajara es tramposo, le pusieron un agregado a la rivalidad, pero sobre todo un picante que, asegura Saúl, le jugará a favor para demostrar que es el mejor del planeta.
“Tengo coraje, estoy molesto, pero lo he utilizado a mi favor para el 15 de septiembre, tengo experiencia en esto, sé que cuando te pones a pelear con coraje y cerrado no haces las cosas bien, lo estoy usando a mi favor para dar ese extra”, dice el púgil azteca durante una teleconferencia desde San Diego, California, sitio en donde está su campamento.
Y esta vez los conceptos del tapatío dieron un vuelco. No se sale del terreno respetuoso, pero ahora sí lanza frases más retadoras, la vía del cloroformo es lo que persigue, y es la manera como quiere ponerle el punto final a su batalla ante el kazajo en la T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada.
“Voy a salir a trabajarlo para buscar el nocaut, eso haré desde el primer asalto, voy mentalizado para eso, obviamente con mucha experiencia, pero así quiero que termine la pelea, quiero que me levanten la mano después del nocaut”.
ES UN MORTAL
Del otro lado de la barrera, Gennady, sobre todo por la marca perfecta que lleva a cuestas, luce como un superdotado, pero Canelo ataja que no es tan imponente como se presume o cree.
“La verdad es que es un peleador poderoso, con pegada fuerte, su mayor virtud como peleador, pero he enfrentado a rivales importantes, y él es alguien con pegada respetable, pero nada del otro mundo, creo que lo demostré en la primera pelea”.
PLAN PERFECTO
Los meses de inactividad en los ensogados no son problema para el jalisciense. Un año después se dará su reaparición, pero aclara que, punto y aparte de las ganas que tiene de volver a pelear, el parón no fue negativo, porque además tiene el plan exacto para terminar con el euroasiático.
“Me siento muy bien, no me va a afectar en lo absoluto (la inactividad de meses), siempre me mantengo entrenando, me mantengo activo, me mantengo físicamente bien.
“He visto como 10 veces la pelea, lo que me faltó, o el error que cometí, fue quitarme golpes y no aprovechar ese momento para contragolpear, hay que agregar cada momento para golpearlo, eso me faltó y en esta pelea pienso no desaprovechar ni un momento”, remata.