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abril 23, 2024

CDMX

Reparten Centro de Coyoacán

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CIUDAD DE MÉXICO.– Desde 2008, cuando se reordenó el comercio ambulante en el Centro de Coyoacán retirando a los llamados “hippies” de los Jardines Hidalgo y Centenario, e ingresándolos al Mercado Artesanal 414, el comercio ambulante se redujo a 75 puestos tradicionales en las calles de la periferia de la entonces delegación de Coyoacán; en el tiempo del entonces delegado, Heberto Castillo Juárez, y el director de Gobierno, Edgar Rodríguez Silva, quien se encargó de reordenar todo el comercio ambulante, situación que se conservó intacta hasta el término de la administración de Raúl Flores, sin embargo, en las administraciones de Mauricio Toledo y Valentín Maldonado, las calles volvieron a tener precio y se vendieron tantos puestos que la cantidad se elevó a más del doble, llegando a los 175 puestos ambulantes.

Vecinos del centro de Coyoacán, comentaron a Diario BASTA! que con el desbordamiento del comercio ambulante se beneficiaron varios dirigentes, sin embargo, destaca el caso de la líder Florentina Galindo Niño, y de su familia, ya que fue de las más beneficiadas.

El caso de Flor, como es conocida, es de llamar la atención, ya que no cuenta con ninguna organización o asociación de comercio, ni con agremiados, por el contrario se trata de un monopolio familiar que concentra la titularidad de los puestos ambulantes, declaró la señora Luz.

Los vecinos comentaron que Flor, es la única dirigente que cuenta con dos puestos en los Jardines, uno de ellos en el Hidalgo y otro en el Centenario, mismos que supuestamente cuentan con amparos judiciales, los cuales nunca han sido revisados por la autoridad de la alcaldía.

Por si fuera poco, los vecinos ubican más de 14 puestos ambulantes propiedad de esta dirigente y de su familia, registrados con prestanombres y varios de ellos rentados. De acuerdo al testimonio, el monopolio familiar ambulante inició con la venta de elotes y esquites, y hoy cuenta con giros comerciales diversos como la venta de crepas, antojitos mexicanos, artesanías, entre otros, repartidos a lo largo de las calles de Allende, Aguayo y Cuauhtémoc.

Actualmente la dirigente sigue extendiendo su monopolio, ya que está intentando constituir una asociación que agrupe a la etnia Otomí, comúnmente denominados “chaquireros” que cuenta con más de 30 puestos sin permiso

. Denunciaron que el costo de cada puesto ronda los 300 mil pesos como mínimo y si se multiplica por 14 puestos se habla de una fortuna millonaria.

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