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En 25 años de carrera no había vivido antes una cobertura con tantos claroscuros. La muerte de José José la marcarán 12 dolorosos días de búsqueda, incertidumbre y dolor para los hijos mayores del Príncipe. Todo este dolor y rechazo se pudo haber abreviado si la viuda Sarita y su joven hija hubieran elegido mejor sus batallas. Escondieron el cuerpo, ignoraron a los hijos mayores, decidieron los tiempos a capricho, cremaron los restos antes de los homenajes en México, retrasaron los homenajes ¿Cuál era la finalidad? ¿Qué más les daba? Al final, las famosas Saras se perdieron de lo verdaderamente importante. El homenaje en México fue cálido, majestuoso, colorido, multitudinario, lleno de amor. Ellas, que tanto quisieron marginar a los hijos mayores de José José, terminaron marginadas y hundidas por sus malas decisiones. De haber actuado distinto, el pueblo mexicano las hubiera recibido con los brazos abiertos. ¡Ni hablar!
EL HOMENAJE A JOSÉ ¡DE 10!
Hay que decirlo. La intervención del Consulado mexicano, y en general las autoridades mexicanas cambió el triste destino de los días posteriores a la muerte de José José. El homenaje en México fue redondo. El itinerario en tiempo y forma, la organización y logística impecables. El público entregado. Me tocó transmitir desde la terraza del legendario edificio de Sears, desde donde mirábamos Bellas Artes y la Alameda, aquello era estremecedor. José José se lo merecía y tuvo el mejor de los homenajes, a pesar de los obstáculos en el camino. Hoy ya descansa en su tierra. Y todos en paz.
