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Ciudad de México.- En el Super Bowl LIII, Tom Brady demostró que tiene la sapiencia necesaria para resolver el partido con una sola jugada, dejando de lado que sólo las aptitudes físicas, 42 años después, ya no son las mismas.
El domingo, en el Gillette Stadium, el malquerido Tom estará abriendo su temporada 20 en la NFL, y lo hará ante uno de los equipos más complicados de toda la Liga: los Pittsburgh Steelers.
Pero lo de Patriotas y Acereros no es meramente un juego de dos equipos contendientes, sino más bien un duelo que cobró cierta rivalidad, desde que ambos fueron diseñados para conseguir la máxima gloria.
En el conteo que vale, cuando se ven las caras en los Playoffs, el dominio es del de Foxborough, Massachusetts, de ahí que este encuentro luce para ser uno bastante atractivo, sobre todo porque los visitantes querrán abollarle la corona al Campeón, y en su casa. Con la eterna disputa acerca de si Brady es el mejor de la historia en su posición, el quarterback de los Pats intentará llevar a éstos a otra campaña exitosa, en la que buscan ser la franquicia más poderosa.
Y precisamente ese ingrediente es el plus en la rivalidad de este par, pues el equipo de Pensilvania tiene seis trofeos Vince Lombardi, los mismos que los amarillo y negro.
Juego que promete ser de alto voltaje y mucho nivel, porque además, del lado de los Steelers, su pasador es otro tipo de muchos blasones: Ben Roethlisberger.
Para TB12 será una temporada de desafíos y de ir contra el tiempo, pues hace un año acumuló su mayor número de intercepciones (12) en sus últimos cinco años, y tuvo su segunda peor cifra en pases de anotación (29) en el mismo periodo de tiempo.
