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Con artimañas, el político de la cúpula priísta que llevó a su instituto político al declive –como lo definió la misma tricolor, Ivonne Ortega– Alejandro Alito Moreno, fue “elegido” para la presidencia del Comité Ejecutivo del Partido Revolucionario Institucional, hasta el año 2023.
Ivonne Ortega denunció a través de redes sociales que había “urnas embarazadas” repletas de votos, a 15 minutos de haber iniciado el proceso electoral. Así lo denunció a través de la red social del pajarito azul.
En San Andrés Huaxpaltepec, denunciaron grupos de militantes priístas que votaron los 321 militantes que existen en esta parte de Oaxaca. “¿Así o más claro el fraude en favor de Alito Moreno?” se cuestionaron de manera retórica.
También acusó Ortega que en Ciudad Juárez, Chihuahua, permitieron votar “a quienes no están en el padrón del partido”. Así como el “acarreo con camiones por parte de la cúpula en Ciudad Acuña, Coahuila”.
En contraste, la más perdedora de la elección, Lorena Piñón Rivera, en redes sociales se mantuvo ecuánime ante las faltas denunciadas por Ortega.
Después de que Moreno se declarara de manera extraoficial, de acuerdo a la tendencia de votos que lo favorecía, el próximo presidente del PRI, Lorena Piñón Rivera publicó en Twitter:
“Soy una mujer de leyes con una irrenunciable convicción democrática. Soy una mujer congruente y coherente, soy priísta y seguiré siendo priísta. Mi militancia no será afectada por los resultados electorales”.
Cabe destacar que en conferencia de prensa, Alito Moreno invitó a sus contrincantes, Ivonne Ortega y Lorena Piñón a no dividirse. Y el fraude se consumó cuando la Comisión Nacional de Procesos Internos del PRI hizo oficial la tendencia a favor de Alito Moreno para gobernar al PRI.
