Visitas
Luis Andrade llevó sus documentos a la Bolsa de Trabajo que instalaron Pemex y la Secretaría de Energía en el Parque Tabasco, durante 35 días.
Sacó su ‘guardadito’ para viajar desde Puerto Ceiba hasta Villahermosa, y no le importó pasarse 10 horas haciendo fila, confiando que sería contratado como operador, banderero o como obrero general, para trabajar en el acondicionamiento del terreno donde se levantará la refinería en Dos Bocas.
Pero esa confianza se desmoronó cuando acudió a las inmediaciones del terreno, en el acceso por la colonia Petrolera, donde se enteró que ya no había contrataciones, y que si quería trabajar tenía que ponerse a las órdenes del sindicato de la CTM, que en Paraíso encabeza Ricardo Hernández Daza.
“Gente de los Daza nos piden mil pesos para darnos chamba; algunos los pagaron, fueron contratados, pero les mochan 400 pesos semanales de su salario, a otros les robaron lo que aportaron”, señaló.
Luis es sólo uno de los más de 300 trabajadores que deambulan por los tres accesos al terreno donde se construirá la refinería en busca de ser contratados.
Los obreros explicaron que la empresa Santandreu, que encabeza la ‘limpieza’ del terreno, está solapando que los Daza extorsionen a los trabajadores, que tengan el control de las plazas laborales, para no meterse en problemas con el sindicato; es decir, la empresa se lava las manos.
“Ya no extorsionan a las empresas, porque entró en vigor la reforma al Código Penal que castigará con cárcel este delito, ahora le piden moche al obrero”, señaló José Luis Miranda, empresario de la construcción.
Aseguró que la voracidad de los sindicatos, en este caso de la CTM, está imparable, en complicidad con Santandreu y CRS.
“La mafia sindical no se detiene en Paraíso, a pesar de la reforma al Código Penal del estado”, apuntó.
