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La mayoría de los niños artistas no tuvieron una infancia normal. Su vida era más productiva y menos divertida; mientras ellos actuaban, el resto de las niñas jugaba con muñecas y los niños con figuras de acción, conviviendo con sus familias.
Jackie Coogan fue el niño pionero en el cine universal, con una participación destacada en la película El Chico, que protagonizó Charles Chaplin en 1921. Sus padres derrocharon el dinero que ganaba y a raíz de eso se creó en Estados Unidos la Ley Coogan, que regula las condiciones de trabajo de los menores. En México no existe una ley así.
En los años ochenta, Timbiriche fue una escuela de talentos. La banda infantil estaba conformada por Erick Rubín, que fue un adolescente muy disputado por sus compañeras; se casó con Andrea Legarreta y tienen dos hijas, Nina y Mía Rubín.
Paulina Rubio se casó con el español Nicolás Vallejo-Nágera, fue un fracaso su matrimonio, pero tuvieron un fruto maravilloso, su hijo Nicolás. Siendo coach de La Voz, se enamoró de uno de los concursantes, Gerardo Bazúa, y tuvo otro hijo, Eros.
Thalía se casó en 2000 con el disquero número 1, Tommy Mottola, y hoy es madre de Sabrina Sakaë y Mathew.
Alix Bauer se casó con el empresario Jack Derzavich y tuvo dos hijos, Danna y Moisés, ajenos al medio artístico.
Mariana Garza se casó con el actor Pablo Perroni, con quien tuvo a su hija María. Se divorciaron y él destapó su bisexualidad.
Diego Schoening se casó con Mónica Vélez, y tienen tres hijos: Fernanda, Mariano y Nicole.
Bibi Gaytán tiene cinco hijos fruto de su matrimonio con Eduardo Capetillo: Ana Paula, Alejandra, Daniel, Manuel y Eduardo Jr.
Benny Ibarra fue de los primeros en convertirse en papá de dos hijos: Maria y Mateo.
Ninguno pudo disfrutar su infancia y menos una carrera universitaria. Crecieron en aviones, autobuses y hoteles, renunciando a la posibilidad de estudiar y vivir en familia. La fama les secuestró la infancia.
