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El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que a más tardar el 18 de abril las cuatro empresas que fueron invitadas a la licitación de la construcción de la refinería de Dos Bocas entregarán sus propuestas económicas, y cuando se decida cuál fue la ganadora el primer mandatario hablará con su homólogo del país de donde provenga el consorcio, para cerciorarse que son completamente honestos.
“Como saben, se lanzó la convocatoria, la licitación, el 18 de marzo. Ya contestaron las cuatro empresas que fueron convocadas, es un proceso, ya manifestaron que van a participar y que antes del 18 de abril presentan sus propuestas. Entonces, vamos bien”, aseveró el primer mandatario.
Añadió que esta nueva refinería va a significar una inversión de 150, 160 mil millones de pesos. “Con las seis refinerías rehabilitadas (una inversión de 25 mil millones de pesos), y la nueva refinería vamos a poder ser autosuficientes, no comprar la gasolina en el extranjero y vamos a reducir los costos de los combustibles, el precio de los combustibles. Ese es el plan que tenemos”, añadió.
En una búsqueda de pleno combate a la corrupción, López Obrador dijo que para evitar sorpresas de alguna mala actuación, hablará con el primer ministro o presidente del país donde tenga sus oficinas principales la empresa que gane la licitación de la refinería de Dos Bocas.
Las empresas son Bechtel-Techint, de sociedad italo-argentina; Consorcio Worley Parsons-Jacobs, de Australia; la francesa Technip, y la estadounidense KBR.
“Que la empresa que gane, yo voy a hablar personalmente con el presidente del país de la empresa de que se trate o con el primer ministro para pedirle que le recomiende a la empresa que cumpla y que actúe con responsabilidad; independientemente de los contratos y de todo el procedimiento legal que debe de ser estricto para que no haya incumplimiento de contratos”, comentó.
Añadió que, si fuera el caso, incluso hablaría con el presidente de Estados Unidos. “Sí. Lo mismo con el presidente Donald Trump, con el presidente de España, con el primer ministro de Canadá, con la empresa de que se trate. Hablaría con su gobierno para pedirle eso. Decirle: ‘Queremos un aval moral del gobierno, para que la empresa cumpla’”.
López Obrador consideró que el hablar con el primer ministro o presidente le puede dar garantías para que la empresa no deje la obra inconclusa o se presupueste en una cantidad y resulta que luego amplían el presupuesto. “Y la obra termina costando el doble o el triple de lo que significó el contrato original. Todo eso se va a eliminar”.
