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Farsa ridícula la resurrección de Juan Gabriel, creada por Joaquín Muñoz, que se hace pasar como mánager del cantante y autor del libro Juan Gabriel y yo, de contenido escatológico, y encargado de promover la fantasía de que el compositor está vivo.
En su locura decidió hablar con López Obrador, para pedirle su apoyo en la organización de un evento estelar con la reaparición de Juanga, tan ancho como era, engalanado con sus trajes de luces y el vaivén de su caminar, moviendo los brazos como empujando gallinas hacia el corral y decir: “Aquí estoy, no estaba muerto, andaba de conquista”.
Su mentira tan repetida ya se la creían todos los sectores de la sociedad, hasta las damas más encopetadas y los muy fifís, con aspecto de intelectuales de tertulias: “Sí, Juanga está vivo. Mi comadre La Chiquis lo vio, de muy buen semblante, ¡como si no se hubiera muerto!”.
Este señor Joaquín Muñoz inventó la patraña del año.
Él mismo, es una mentira: no fue manager de Juanga. Fue conseguidor de guapos y jóvenes para sus orgías.
No es escritor: Juan Gabriel y yo reúne todos los méritos para llamarlo pasquín.
Juan Gabriel no asistió a su resurrección, “por fallas en el motor de su avión y ¡no quiso exponer su vida!”.
Este señor quiso hacerle al Goebbels, publicista de Hitler: “Decir mil veces una mentira, es hacerla verdad”.
