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marzo 18, 2024

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Ciudad de México.– Ataviado con un traje azul, y presentando un físico que evidencia que estuvo en competencias extremas, se presenta Misael Rodríguez a la entrevista pactada en las oficinas citadinas de Grupo Cantón (Diario BASTA!).

Hace dos años, en Río 2016, el boxeador de Parral, Chihuahua, se consagró con la medalla de bronce en la categoría de los Medianos y, al ser parte de una nación que precisamente no se caracteriza por ser abundante regalando glorias, por supuesto estuvo en boca de todos.

Cuatro ciclos olímpicos después, el joven orgulloso de su ranchería (sitio en donde precisamente su tío le inculcó el amor al deporte de los puños) puso a México en la órbita ganadora, cosa para nada menor, pero el impulso para estar en las grandes carteleras estuvo siempre en la mira, de ahí que había que completar otros capítulos.

El Chino, como le dicen desde chaval, pues “cuando era niño tardé en abrir los ojos, y luego se me veían muy pequeñitos”, cuenta durante la charla que después de estar inmerso en el pugilismo de paga, se debatió entre volver a ser mediático o seguir con sus entrenamientos a lado de Robert García, en California.

Al final, a partir de una decisión consensuada, el reto Exatlón terminó por inclinar la balanza, porque Rodríguez acepta que era una vitrina que apunta a lo que él busca ahora enfilado en validar el sueño campeonil.

“Tenía una pelea en agosto, me habló el productor del programa, me hizo la invitación, al principio la rechacé, de hecho varias veces me negué, pero gracias a Dios fue muy insistente, me platicó mucho de que era un reality netamente deportivo, eso me gustó, me convenció, también el buen ejemplo que das a la sociedad mexicana, que es uno de los programas más vistos, el buen ejemplo que les das a los niños, entonces era una plataforma para que me conocieran y para inspirar a las nuevas generaciones a que hicieran deporte, a practicar el boxeo.

“Una de mis metas era darme a conocer más, que el público conociera a mi persona, tal y como soy, no sólo en una entrevista o con los guantes puestos, sino más bien al cien por ciento, creo que los boxeadores debemos de tener esa fusión con la gente, me gustaría ser un campeón como los de antes, un campeón reconocido, un campeón del pueblo, como se dice, pero aún falta mucho, hay que trabajar para eso”.

ENCUENTRO

Luis Eduardo, un joven que le ha seguido la pista a Misa, supo que éste visitaría la redacción, por lo que pidió la opción de asistir para conocerlo y profesarle, además de mucha simpatía, admiración por una carrera ascendente.

Ya en la convivencia, emotiva a más no poder, el chico que cursa el tercer grado de secundaria recibe el mensaje del medallista: “A lo que quieras dedicarte, siempre trata de ser el mejor”.

Luis le confiesa que quiere seguir sus pasos, “nuca bajes la guardia”, le aconseja Rodríguez, quien gustoso pudo apenas a su salida de la competición, palpar aquello de ser una figura a seguir.

COMO MÁRQUEZ

El Chino hace una regresión y un ejercicio exacto de memoria: “Mi tío nos ponía en la sala a ver todos los sábados las funciones de box. Recuerdo una pelea en que el Torito Díaz tumbó a Juan Manuel Márquez, éste se repuso y lo tiró dos veces, y después le ganó, el lunes después comencé con mis entrenamientos”.

El Dinamita, quien en 2012 se convirtió en el Campeón de la Década de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), tras noquear en el sexto a Manny Pacquiao, fue y es igual la inspiración del norteño, quien de cualquier manera espera cumplir el proceso para aspirar a calzarse un cinto absoluto, pero por supuesto aprovechar todo lo bueno que le dejó esta última experiencia alejado de la vida cotidiana.

“Era lo mediático, pero también era un reto deportivo, habían participado ya unos boxeadores, y no habían destacado tanto como me hubiera gustado, creo que los pugilistas somos deportistas muy completos, tenemos velocidad, tenemos explosividad, buena condición física, tenemos esa puntería que nos da el estar replicando el ojo humano, la coordinación que tenemos.

“Tenía ese reto personal de representar al gremio, puse pausa a mi carrera, fue algo riesgoso, porque estoy empezando en el ámbito profesional, entonces algunos me decían que sí, otros que no, decidí correr el riesgo, dar un buen papel, ganarme el cariño, y estoy satisfecho”.

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