Visitas
Ciudad de México.– Después de un récord 7-9 para los Cincinnati Bengals, el panorama no luce tan alentador para la próxima campaña, sobre todo tomando en cuenta que en el Norte de la AFC, los Pittsburgh Steelers no soltarán el título divisional.
Sin embargo, después del triunfo en Pretemporada ante los Chicago Bears, y con tal suerte de que los Cleveland Browns compartirán zona, el escenario está dispuesto para que intenten dar la campanada siendo contendientes en contra de los Baltimore Ravens.
Y, aun cuando las sensaciones no son las más positivas, el ataque de los Bengalíes, comandado por Andy Dalton en los controles, podría ser el que saque avante al equipo, pensando en que los presagios puedan dar un vuelco.
Y es que el quarterback pelirrojo tiene como gran aliado a un tipo que suele ser un espectáculo en el juego aéreo, A.J. Green, quien la temporada anterior atrapó ocho pases en las diagonales.
Por tierra, aunque está claro que es la asignatura pendiente de Cincinnati, las esperanzas están cimentadas en Joe Mixon, quien luego de una discreta temporada, con apenas 626 yardas, se espera que pueda explotar todo su talento, y de paso ser secundado por Giovani Bernard, quien totalizó 458 en el mismo renglón.
Y aquellas leves ilusiones que podrían aparecer en el equipo, se reflejaron en los dichos del propio Dalton, pues confía en el trabajo que han hecho de cara a lo que viene.
“Es lo que queríamos hacer. Queríamos ser eficientes, queríamos extender el balón y poner a mucha gente involucrada, y lo hicimos “, dijo Dalton.
En la conclusión de lo que podría devenir para los Bengals, que han tenido dos años malos, y han ganado seis o menos partidos sólo tres veces en 15 campañas bajo la dirección del entrenador en jefe, Marvin Lewis, las opciones no parecen cambiar.
Aspiran a llevarse siete u ocho triunfos, pero sólo si pueden mejorar su ataque, que terminó en el último lugar en 2017. Necesitarán el aporte individual de quienes suponen ser las figuras, y de la renovada línea ofensiva.
